Aprende lo necesario para cuidar una orquídea en casa

por | Abr 28, 2022 | Noticias | 0 Comentarios

Gracias a la exótica belleza de sus flores, la Phalaenopsis es la especie de orquídea más conocida y valorada en el mundo. La variedad y la amplitud de sus colores, la posicionan muy bien dentro de la lista de regalos y plantas decorativas para el hogar.
Lo primero que debemos saber acerca de la orquídea es que el éxito de su cultivo consiste, en gran medida, en saber cómo replicar o recrear las condiciones de su hábitat natural. Y es que por más aclimatadas que se encuentren, se requiere mucha destreza y a la vez, delicadeza en su cuidado.
En Arqtelier compartimos ideas sobre cómo cuidar nuestras orquídeas y solo debemos preocuparnos por disfrutar de su inigualable belleza y esplendor. En nuestra tienda en línea tenemos a disposición una amplia variedad de orquídeas de uno, dos y tres ramos.

La iluminación es la clave:
Como primer apunte, es fundamental ubicar la orquídea en un lugar que posea abundante luz indirecta. No debemos colocarla en un ambiente al aire libre o sin techo, ni tampoco cerca a una ventana, ya que la luz solar podría dañar sus delicadas hojas. En caso queramos sí o sí ponerla cerca a una ventana, al menos debemos asegurarnos de colocar una cortina translúcida.
La importancia de la ventilación:
Sugerimos también ubicar las orquídeas en un ambiente donde la ventilación sea prioridad. Por supuesto, tampoco debemos exponerlas en lugares donde la corriente de aire sea muy fuerte. En este punto, es importante aplicar la regla del equilibrio. ¡Ojo! La falta de ventilación podría favorecer la aparición de hongos y otras enfermedades de la planta.
¿Cuál es la temperatura ideal?
Como las orquídeas Phalaenopsis son tropicales, no resisten los climas de bajas temperaturas, por lo que deben ser cuidadas como plantas de interior. Estas plantas se desarrollan con más comodidad entre los 15ºC y los 30ºC.
Sobre el riego y la humedad:
Consideramos que la mejor manera de regar la orquídea es por inmersión. Para ello, debes sumergir el tiesto en un recipiente con agua durante unos minutos, hasta notar que las raíces estén hidratadas. Luego, hay que escurrir toda el agua sobrante. Podemos utilizar un plato para retirar el agua.
Por otro lado, pulverizar con regularidad las hojas y las raíces de la superficie también es muy recomendable. Evitemos mojar las flores innecesariamente. La frecuencia del riego dependerá del tipo de sustrato, la temperatura y la humedad ambiental. Consideramos hacerlo dos o tres veces por semana. La última palabra, sin embargo, la tiene la orquídea; no pierdas de vista sus raíces y sus hojas.

Es mejor regar o vaporizar en horas de la mañana.

Y, finalmente, el abonado.

Hidratar la orquídea es una excelente idea, siempre que no exageremos en las cantidades y la frecuencia. Existen abonos especiales que podemos aplicar. No obstante, debemos tener cuidado con las dosis, pues podríamos quemar las raíces.
Un pequeño truco para el abonado: moja primero el sustrato solo con agua y después añade el fertilizante y vuelve a sumergir la maceta. Así, la planta sufrirá menos la concentración de las sales minerales.
Esperamos haber despejado las dudas más básicas sobre el cuidado y tratamiento de las orquídeas. Luego de leer esta pequeña guía, estamos seguros que habrás perdido el miedo y darás el primer paso para cuidar una orquídea en casa. ¡No te arrepentirás!